viernes, 19 de septiembre de 2014

El Blog de Irene: La Finalidad de los Síntomas

El Blog de Irene: La Finalidad de los Síntomas: Retomando mi tema principal sobre las formas en que se manifiestan los contenidos y principios reprimidos en nuestra sombra, habíam...

La Finalidad de nuestros Síntomas






Retomando mi tema principal sobre las formas en que se manifiestan los contenidos y principios reprimidos en nuestra sombra, habíamos dicho que una de las formas era la proyección. Tal como arriba es abajo, como es adentro es afuera...

Básicamente podemos saber qué estamos reprimiendo, mirando a nuestro alrededor y observando cuál es el tema predominante en nuestras vidas. Qué patrón se repite una y otra vez con algunas variaciones. Qué tipo de experiencias estoy teniendo, con qué temas me veo confrontado, sobre todo cuáles me dejan alterado y sobre los que juzgo rápida- y fácilmente como injustos! y que no deberían estar pasando en mi vida.

Otra forma en que se manifiestan estos contenidos reprimidos, otra manera en que buscan salir a la luz de nuestra consciencia es por medio de síntomas físicos y enfermedades.

Este mecanismo, me ha parecido totalmente maravilloso y sorprendente. A continuación quiero entrar a describirlo.

Como ya veníamos entendiendo, todo lo que acaba en nuestra sombra, son contenidos no aceptados por nosotros, sobre los que no tenemos consciencia. Son todos los temas que nos parecen inadecuados, lo que no queremos ser, o sea, lo que no permitimos que haga parte de nuestra identidad. Yo SOY únicamente las cualidades que considero positivas, las negativas acaban reprimidas en mi sombra. También veníamos entendiendo que por causa de que los opuestos se atraen y se complementan, constantemente e irremediablemente los opuestos reprimidos estarán buscando el camino de ser integrados con sus opuestos aceptados por nosotros en nuestra consciencia.

Nuestros contenidos reprimidos son realmente para nosotros temas muy difíciles de manejar y de encarar, al menos así lo sentimos. No queremos ni mirarlos, puesto que eso significaría volvernos conscientes de que ellos existen en mi y esto nos aterra.

Cuando hay un tema específico listo y queriendo surgir a nuestra consciencia para ser integrado (proceso que es imparable) y nosotros no estamos dispuestos, ni abiertos para mirarlo, este tema, principio o contenido es asumido por nuestra corporalidad en forma de un síntoma físico.  Es como si nuestro cuerpo dijera: "Ok, mientras mi amo todavía no está listo para mirar este tema que emerge de su sombra, yo lo archivaré o lo codificaré en mi,, hasta cuando esté listo para hacerlo." Al ocurrir esto, se vuelve a establecer un equilibrio que se venía perdiendo en cuanto el tema estaba reprimido. El cuerpo asume esta carga energética por nuestro equilibrio y nuestro bien.

Lo más hermoso ahí es, que este contenido será archivado o codificado de tal forma que nos sea posible dar con el tema central más adelante. Quiero dar un ejemplo, si es archivado como un síntoma del sistema digestivo, será porque p.e. el tema central reprimido por mi tiene que ver con mi dificultad de digerir alguna cosa en mi vida. Otro ejemplo, si el contenido tiene que ver con el miedo que siento de no ser lo suficientemente capaz o valioso, el síntoma puede aparecer como p.e. problema en los huesos o sistema musculatorio.



















Los síntomas y enfermedades quieren ayudarnos a sanar!






Por lo tanto, podemos comenzar a ver nuestros síntomas de una manera diferente.

Cuando a un carro se le enciende el testigo de la gasolina o del aceite, sabemos exactamente qué le está faltando al carro. Sabemos que si le echamos gasolina o aceite la luz del testigo se volverá a apagar. En cambio si hacemos caso omiso a este aviso, la consecuencia será que nuestro carro dejará de andar por falta de gasolina o el motor se dañará por falta de aceite.

Análogamente podemos entender nuestros síntomas como testigos que se encienden en nuestro cuerpo. El síntoma nos quiere avisar que algo falta! y es el integrar tal tema en nuestra consciencia. Lamentablemente no estamos enseñados a ver nuestros síntomas como algo positivo, al contrario, nos molestan y queremos deshacernos lo más pronto posible de ellos, sin entender que al hacerlo no estamos resolviendo el problema. Es como si le quitáramos el bombillo al testigo de la gasolina, pensando que con eso resolvemos el problema central, la falta de gasolina!

Preferimos p.e. tomar el Dolex para no sentir más el dolor de cabeza, sin haber indagado, ni mirado para qué surgió este síntoma en mi. Los síntomas al principio serán meras tensiones, como lo describo en mis primeras publicaciones. A medida que sigamos sordos y ciegos a estos avisos, los síntomas tendrán que pasar a otros niveles, aumentarán en intensidad y buscarán entrar más en nuestra corporalidad. Cuando menos lo pensemos tendremos enfermedades crónicas o enfermedades incurables. Nuestro "carro se averió, porque nunca le echamos el aceite o la gasolina que faltaban! a tiempo."

Pero si al contrario, aceptamos nuestros síntomas o en su caso, nuestras enfermedades como nuestros amigos más honestos y fieles, que nos acompañan a todo paso y siempre nos dirán con toda sinceridad, qué nos está haciendo falta, la probabilidad de entender su mensaje va a ser muy alto. Las enfermedades nos hacen más humildes y más honestos con nosotros mismos. Al dedicarles tiempo y observación, podremos dar con su mensaje, o sea con el tema central que venimos reprimiendo y al lograr hacer esto, habremos integrado en nuestra consciencia ese opuesto a su opuesto ya consiente en nosotros. En ese momento experimentamos una ampliación de consciencia y a la vez liberamos a nuestra corporalidad de tener que asumir esos contenidos en forma de síntomas o enfermedades. Comenzamos a SANAR!





Personalmente he aprendido a reconocer cada vez más este mecanismo en mi. Procuro darle una atención y observación especial a mis síntomas. Alcancé a desarrollar varias enfermedades como la endometriosis, la hipoglicemia, la apendicitis, etc. antes de comenzar a escuchar e interesarme por lo que había detrás de estas enfermedades.

Hoy en día reconozco en mis síntomas físicos, y estos nunca me faltan, grandes aliados en mi esfuerzo de SANAR, o sea de integrar los principios reprimidos en mi sombra. Los aprecio como un método más, una ayuda más, que me indica el camino a tomar para continuar hacia mi progreso personal. También entiendo que es un camino sin final, o sea, no se trata de llegar rápido a algún lugar, sino de mantenerme sobre él y recorrerlo. El material por integrar es interminable, lo cual garantiza que siempre habrá suficiente por aprender.

Hasta mi próxima publicación y gracias por leerme!