En nuestro tiempo, en el que están activas fuerzas de resquebrajamiento tan amenazantes, dividiendo pueblos, individuos y átomos, es doblemente necesario que aquellas otras fuerzas que unen y mantienen uniones se vuelvan efectivas: porque la vida está basada en la interacción armoniosa de fuerzas masculinas y femeninas, tanto dentro del ser humano individual como fuera. Hacer que estos opuestos se unan es una de las tareas más importantes de la psicoterapia de hoy en día.”
Emma Jung, Animus and Anima, 1955
Uno de los temas que desde siempre me ha intrigando mucho es el tema del Ánima y Ánimus. Dicen que es la polaridad más grande que debemos integrar en nosotros. Yo siento que detrás de este tema se alberga todavía un gran misterio, a pesar de que ya se viene reconociendo mucho al respecto. Especialmente Carl Jung los reconoce como dos arquetipos de suma importancia entre los demás arquetipos.
Veíamos en mis publicaciones anteriores la importancia de integrar opuestos, de sacarlos de nuestro inconsciente a nuestra conciencia para volvernos SANOS y dar paso a la unidad. Lo mismo sucede con estos grandes opuestos. Al ser mujeres nuestra parte masculina, o sea el ánimus es el que se encuentra en nuestro inconsciente y al ser hombres es el ánima. Nuestra meta es unir ambos opuestos en una unidad dentro de nosotros.
Jung decía que es "obra de principiantes" la integración de nuestra sombra, en cambio es "obra maestra" la integración del femenino y el masculino!
Para poder unirlos e integrarlos primero tienen que haber tenido el chance de desarrollarse y de ser vivenciados conscientemente.
Al nacer p.e. mujer, tendremos la oportunidad por muchos años, de vivir el ser mujer con todas sus características. La mujer pasará por todas las diferentes fases de desarrollo, niñez, pubertad, adolescencia, adultez, etc. experimentando lo que es típico y propio de la vida de una mujer, en especial su sexualidad y la maternidad. Paralelamente vivirá su parte masculina también pero a menor escala; con seguridad varía de mujer a mujer en qué grado la viva. El hecho es que la mujer vivirá y desarrollará primordialmente el elemento femenino, su ánima, durante esas primeras etapas de vida.
Lo mismo es el caso para el hombre. El desarrollará el elemento masculino primordialmente durante esta primera mitad de su vida.
Más o menos entre los 40 y 50 años, llega el momento en que cada género empezará a sentir dentro de si, de forma cada vez más consciente su elemento opuesto y comenzará a integrarlo. En la mujer es marcado biológicamente con la menopausia, fase que para muchas puede ser problemática, si se han identificado demasiado con su ánima. Esto significa en términos prácticos que a la mujer le puede llegar a costar trabajo trascender p.e. su papel de madre y no se puede hacer a la idea de que ya no podrá concebir más hijos, o le dolerá soltar a sus hijos a la vida. Se ha identificado tanto a lo largo de los años con este papel que se convenció de que ella sólo es eso: YO SOY MAMÁ. El ser madre se volvió su identidad y qué va a ser de élla si no puede seguir siendo mamá! Entonces qué o quién ES?
En esa etapa de su vida tiene la oportunidad de comenzar a reconocer dentro de sí a su ánimus de forma consciente. Desde joven estaba acostumbrada a proyectarlo inconscientemente hacia afuera, buscándolo y encontrándolo en las figuras masculinas como su padre, sus amigos, novios y finalmente de su pareja.
Su lado femenino se siente atraída al elemento masculino ya que los opuestos se atraen. Pero al no tener todavía conciencia de la existencia de su propio ánimus en si misma, lo vendrá proyectando hacia fuera y sobre los personajes masculinos de su vida. El tipo de ánimus que cada mujer guarda se verá marcado o definido por la conciencia colectiva y por la herencia de sus antepasados.
Lo mismo sucede con el hombre, el proyectará en las mujeres de su vida a su propia ánima, sin tener conciencia directa de esto.
Cuando una joven pareja se enamora, cada cual estará viendo la proyección de su propio ánima y ánimus correspondientemente en el otro. Toda la atracción física y las expectativas que cada miembro de la pareja tiene hacia el otro, como p.e. ella quisiera que el fuera más detallista, pensara más en ella, etc. son señal de la búsqueda inconsciente de unión entre lo dos opuestos femenino y masculino. Igualmente la atracción física y expectativas que el hombre tiene con respecto a su mujer, reflejan lo mismo.
Estas son etapas importantes en el desarrollo como pareja, que deben ser vividos y que idealmente con el tiempo irán madurando hacia el conocimiento y concientización de sus propios e internos elementos contrarios. Un hombre y una mujer al rededor de los 50 años deberían comenzar a darse cuenta que su ánima y correspondientemente en la mujer su ánimus llama con más fuerza, pues se está llegando el momento de sacarlos de nuestro inconsciente y de parar de proyectarlos en nuestro/a parejo/a.
Una mujer podrá darse cuenta que todas esas cualidades que ella esperaba y conseguía p.e. de su pareja, protección, decisión, acción, determinación, etc. también están dentro de ella, puesto que también tiene ese elemento masculino, el ánimus, en su interior. Ya no necesitará proyectarlo más en su pareja. Podrá con plena consciencia y confianza en si misma salir al mundo sabiendo que ella en sí está completa.
Un hombre hará lo mismo con las cualidades y características que proyectaba hacia afuera, p.e. en su mujer. La capacidad de entrega, la intuición, la vulnerabilidad, la flexibilidad, etc. las hallará y reconocerá en su propia ánima, sin ya tener la necesidad de seguir proyectándolas hacia afuera.
Esta concientización o integración de estos opuestos, significará para la pareja un gran paso a un nivel superior de su relación, puesto que ahora ambos saben que no se necesitan el uno al otro para tener a alguien en quien proyectar sus necesidades inconscientes, sino que como seres conscientes de lo que son, eligen más libremente acompañarse y ayudarse en un caminar conjunto, convirtiéndose ahora sí conscientemente en uno.
En las mujeres se puede manifestar como p.e. crecimiento de vello en la cara, o algunas adquieren facciones duras y masculinas. El cuerpo asume lo que nosotros no asumimos a nivel de nuestra consciencia.
En el caso de los hombres se comienza a notar que su cuerpo adquiere formas redondas en los hombros o en los pechos. Las facciones de su rostro se vuelven más femeninas. Señal de que el hombre no vive aún su ánima conscientemente, que todavía la reprime.
Ahora existe un gran riesgo que nos puede ocurrir durante este importante proceso de integración de nuestro elemento contrario. El riesgo consiste en que nos vayamos al otro extremo y nos acabemos identificando tanto con nuestro elemento contrario, ánima o ánimus, que nos salimos nuevamente del equilibrio.
Una mujer que venga descubriendo la fuerza y las características de su ánimus, debe cuidar de no acabar SIENDO sólo este. Cuando les ocurre eso a las mujeres, se vuelven duras en su juicio y en su forma de pensar y actuar. Se les olvida que ante todo siguen siendo mujeres.
En el caso del hombre, si se identifica demasiado con su ánima, pierde fuerza de decisión o todo lo conmueve hasta las lágrimas, etc.
No es una transición fácil para ninguno de los géneros, pero es decisiva e importante para su desarrollo.
Una mujer que integra bien a su ánimus, fortalcerá más a su propia ánima y esta será más fuerte que el ánima bien integrado de un hombre. Al igual que el ánima correctamente integrado de un hombre, hará más fuerte a su ánimus y será más fuerte que el ánimus integrado de una mujer.
Personalmente me parece un proceso hermoso de crecimiento personal y de pareja. Pasamos por muchas diferentes etapas de desarrollo de consciencia y la sabiduría de la vida nos lleva a ser cada vez más conscientes de estos procesos y de lo que realmente somos: unos seres excepcionales con un potencial infinito e inexplorado y que nos complementamos a la perfección como géneros opuestos.
Por último les quiero dar una experiencia visual de lo que para mi podría ser un excelente ejemplo de cómo Ánima y Ánimus, teniendo diferentes cualidades y características, se complementan hermosa y perfectamente encontrando la UNIDAD.
Vean este video:
http://youtu.be/HHjF9i2mje8
A todos les deseo un excelente fin de semana y una buena semana. Gracias por leerme!