Cómo dejar de sentirme muy tocada durante mis caminatas a la hora del amanecer! Hay algo mágico en esa transformación de la oscuridad de la noche hacia la luz del día.
No hace mucho volví y mi deseo de tratar de describir mis emociones y sutiles y sencillas experiencias durante mi salida de hoy, me llevan a sentarme a aquí a escribir.
No hubo nada fuera de lo común, es el mismo camino, la misma hora y acompañada de mi perra Abby, como siempre. Sin embargo cada vez es distinto. Los pensamientos que me llegan son distintos. Hoy el cielo estaba despejado y aun se veían las estrellas brillar. Hacía bastante frío. Comienzo a caminar por el camino a oscuras. Paso por muchas siluetas negras, difíciles de distinguir. Observo que surge neblina en diferentes puntos del camino. Camino a paso aligerado, observo, respiro, inhalo buscando fragancias. El jazmín todavía no regala su aroma. Ya me voy calentando.
Me encantan las analogías y no puedo evitar de que me llegue un pensamiento: esto es como caminar por dentro de mi inconsciente. Cuántas siluetas y sombras oscuras, que no sé qué son y no quiero saber ya que se ven amenazantes. No hay luz, no veo sino a unos pocos metros del camino y al levantar la vista me veo rodeada de diferentes tonos y planos de oscuridad que contienen esas sombras..., por momentos atravieso bancos de neblina y veo mucho menos. Hasta mi perrita que me aparece y desaparece, podría ser un monstruo que me acecha.
Siento que me podría meter realmente mucho más en esa imagen de mi inconsciente, pero no lo hago. Sigo caminando y me gozo lo que va surgiendo. Al cabo de un tiempo comienza el amanecer, la transformación. Viene la luz detrás de la cadena de montañas, muy lentamente se va aclarando lo que antes era oscuro. Las sombras y siluetas oscuras van mostrando su verdadera identidad. Grado por grado veo que son árboles, con su follaje y diferentes tonos de verde. A medida que va llegando la luz, puedo reconocer y admirar cada vez más lo que me rodea. Esto es increíble!
Agradezco desde el fondo de mi corazón que pueda experimentar la luz!!!! Qué haríamos, qué haría yo sin ella en mi vida y lo digo en todo sentido, también figurado! Y vuelvo a mi analogía. Sin la luz de mi consciencia, seguiría sin atreverme a mirar mis sombras y todas esas oscuras siluetas de mi inconsciente. Estas seguirían sugiriéndome que soy acechada por peligros horribles en esta vida, siendo que en verdad se trata de contenidos que al verlos a la luz ...
"Lo que es verdad es luz." DyC 84:45