Hace algunas noches me volví a proponer después de mucho tiempo, recordar al despertar algún sueño que hubiera tenido la noche anterior.
Por lo general sueño con facilidad y recuerdo al despertar lo que soñé, pero parece que es por épocas. Mientras hacía mi diplomado en Psicología Transpersonal, aprendí a ver los sueños como una herramienta adicional y muy práctica para reconocer contenidos inconscientes. Podemos llegar a tener sueños lúcidos e incluso a dirigir los acontecimientos del sueño conscientemente, creo que a todos nos ha pasado de una u otra forma. También podemos ejercitar el recordarlos.
De manera que esa noche me propuse firmemente recordar mi sueño al despertar y así fue. Lo primero que se me pasó por la mente al abrir los ojos fue lo siguiente:
De alguna forma me encontraba sobre la cima de una montaña con nieve. No estaba sola, había un guía conmigo que me mostraba el camino o me acompañaba. Yo me movía y miraba a mi alrededor. No se veía mucho del paisaje desde la cima por causa de la neblina. Mi sensación era un poco de asombro, como si me preguntara si efectivamente yo había subido hasta allí?
Como queriendo convencerme de que sí, el guía comenzó a llevarme de regreso por el camino que llevaba a la cima. El camino estaba oculto por la nieve y la echábamos a un lado para descubrirlo a medida que descendíamos por él. Recorriendo de esa forma el camino, llegamos a algo así como una estación sobre ese sendero. Cuál no fue mi sorpresa y alegría al ver que recordaba esa estación, me era familiar y supe que realmente yo ya había pasado por ahí.
Así, de esa manera continuamos descendiendo y encontrando varias estaciones más, de las que me acordaba perfectamente. Era como si al subir la montaña hubiera parado en esas diferentes estaciones y hubiera tenido experiencias muy propias de cada estación y que recordaba con cariño.
Durante mi caminata de esa madrugada comencé a repasar el sueño y caí en cuenta que me gustaba mucho.
Todos nos encontramos constantemente en estaciones especiales, en las cuales permanecemos por un tiempo mientras hacemos experiencias específicas y luego seguimos nuestro camino monte arriba hacia la próxima cima, por nuestro sendero de la vida, hasta llegar a otra estación para volver a respirar, crecer y fortalecernos con lo que vivamos ahí. Eventualmente llega el momento en que alcanzamos una cima y podemos mirar atrás con satisfacción y alegría por el camino recorrido; y mirando al frente sabemos que más allá de esta cima siempre habrá muchas otras por alcanzar.
... y no vamos solos!
Queridos lectores, quiero informarles que ya estoy acabando de crear mi página web para mi proyecto de Mi Lugar, mi Espacio Interior, que les anunciaba en mi publicación pasada. La publicaré muy pronto y también les informaré por mi blog.
A todos les deseo un buen fin de semana y gracias por leerme! Me estaba haciendo falta escribir...