martes, 24 de junio de 2014

El síntoma físico no se hizo esperar 2

Había perdido toda mi recuperación en un sólo movimiento, me volvió el dolor con cada paso.

En el carro camino de regreso no tuve problemas, sentada no sentía dolor. Estuve pensativa todo el viaje, reflexionando sobre qué estaría faltando de mi parte consciente, para ayudar a que el síntoma físico ya no tuviera que darse.

Llegamos a la casa, bajamos todas nuestras cosas, maletas, bolsos, etc. colocándolas en la entrada de la casa. Mis hijos se desaparecieron para arriba a sus cuartos y yo quedé sola abajo con el desorden. Comencé a ordenar a pesar del dolor con cada paso y me propuse a sentirlo conscientemente.  Qué es ese dolor, qué simboliza emocionalmente para mi? Para qué me ataca al querer avanzar?

Pude observar que de esta manera estaba comenzando a conectar con emociones fuertes dentro de mi y sabiendo que síntomas físicos son realmente emociones reprimidas, decidí dejar que sucediera. Me movía por la cocina, lavandería, etc. guardando, lavando y ordenando el desorden, mientras yo le daba salida a esas emociones: "Tengo gran tristeza de que mi hija ya salga de nuestro hogar!!!!" "La voy a extrañar muuucho!" "Siento gran preocupación por ella! Qué tal que no logre dar bien este paso! Qué tal que este hombre no la trate bien, a mi preciosa, que he cuidado desde pequeña, con tanto amor y total dedicación!!!! Tengo miedo!!!! Siento una profunda tristeza en mi corazón!! No quiero que se vaya!!! (Mientras escribo me vuelvo a conectar con esas emociones y las lagrimas corren...)

De esa manera parecía yo un poco o mucho! una "loquita", pues iba de una lado a otro hablando para mi misma en voz semi-alta (para no asustar a mis hijos) y lloraba expresando todas estas emociones... Yo sentía que era por aquí la cosa. Todavía yo no había dado espacio a aceptar dentro de mi estas emociones opuestas a las que fácilmente denominamos positivas, la felicidad, la alegría, la sensación de optimismo, de confianza, de gratitud por todas las cosas hermosas que se le estaban presentando a mi hija en su vida. Estas las había expresado contínuamente, a cualquier persona que me preguntara sobre los planes de mi hija, entre mi marido y yo, con mis otros hijos, etc.

Pero ya vengo entendiendo cada vez mejor, que no hay alegría sin tristeza, no puede haber valentía sin su opuesto el miedo, no hay optimismo sin su compañero opuesto el pesimismo. Y todo esto está dentro de mi! Los opuestos se complementan, se atraen y dependen el uno del otro para su existencia. Mientras yo siguiera sólo queriendo ver y sentir las emociones agradables, negando y no queriendo ver que forzosamente también tengo las opuestas, las estaba reprimiendo, lo cual siempre tarde o temprano origina síntomas.

Acabé de ordenar y subí a mi taller para dar un paso más allá en la expresión y aceptación de todo eso con lo que estaba conectando. Ya me había metido en esta aventura, ahora quería llevarla hasta el final. Me senté a tratar de poner en color y en formas sobre papel mis sensaciones. Las lágrimas corrían y los tonos y colores que escogía eran grises, negros, café oscuro. Mientras pintaba notaba diferentes sensaciones de malestar en mi organismo, la más desagradable fue una náusea en el estómago y pienso que fue al contactar con el físico miedo.

No sé cuánto tiempo estuve ahí sentada, estaba tan sumergida en lo que hacía. En algún momento tuve la sensación de que había sacado todo y lo había plasmado en ese cuadro. Entonces lo coloqué a una distancia para observarlo de lejos y ocurrió algo extraño. No fui capaz de ver algo nefasto en el cuadro. Traté de penetrar en sus formas y colores nuevamente para ver si volvía a sentir todo lo que sentí mientras lo pintaba y no tuve ninguna sensación desagradable. Era como si esa parte se me escapara cada vez más, sin poder alcanzarla nuevamente. Comencé a ver formas redondas que se perfilaban como siluetas femeninas al rededor de un centro que lo sentía frágil y que estas formas se inclinaban en gesto de estar ahí protegiendo una frágil semilla en crecimiento. Fue increible!

 Estas son las cosas que me emocionan, ser mi propio laboratorio y observar la alquimia que se produce en estos casos, la transformación de una substancia burda y pesada en algo de características totalmente diferentes, más sublimes. Más allá del alcance de nuestro raciocinio y por eso tan difícil de describir....

Se pasó la tarde, ya me sentía mucho más ligera y sin tanta preocupación por si seguía o no mi dolor en la pantorrilla.

Por la noche ya caminaba casi normalmente y al próximo día ya no había dolor. No sé todavía si logré mirar todo lo que había ahí, pienso que ese trabajo no acaba, siempre habrá material que surgirá nuevamente. Noto en mi que no me asusta mucho, pues siento que de alguna forma la vida es esto, integrar estos opuestos una y otra vez, a medida que la vida nos va dando escenarios diferentes para que surjan temas y contenidos muy calibrados de acuerdo a lo que estamos necesitando en ese momento. Ahora mi escenario ha sido y sigue siendo "la boda de mi hija", hace 6 meses mi escenario fue "la partida de mi mamá", anterior a eso "la enfermedad de mi mamá" y quién sabe cuántos escenarios paralelos no estaremos viviendo.

Este es mi dibujo:





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