Hoy por la tarde hice algunas compras en el supermercado y al terminar escogí al azar cualquiera de las cajas de pago e hice la fila. Frente a mi sólo había una persona y cuando llegó mi turno saludé con sorpresa a Myriam, la señora cajera, pues hacía tiempos que no la veía. Al verme, enseguida me contó muy sorprendida y con alegría, que hacía algunos minutos atrás, sin saber por qué, se había acordado de mi!
Le respondí que me alegraba mucho que ella hubiera pensado en mi, sin motivo especial, porque realmente me causaba esa emoción que alguien que no me conoce mucho, se acuerde de mi!
En los próximos minutos que nos demoramos pasando y registrando mis compras, pude notar que Myriam también estaba conmovida por cómo se había dado este encuentro. Nos alcanzamos a mirar a los ojos un par de veces y nos dimos cuenta que a ambas se nos habían humedecido y expresaban una emoción genuina de calidez.
Este tipo de episodios me tocan muy profundamente porque de alguna forma me ponen en contacto con lo que la otra persona y yo tenemos en común, nuestra verdadera naturaleza humana....
Le respondí que me alegraba mucho que ella hubiera pensado en mi, sin motivo especial, porque realmente me causaba esa emoción que alguien que no me conoce mucho, se acuerde de mi!
En los próximos minutos que nos demoramos pasando y registrando mis compras, pude notar que Myriam también estaba conmovida por cómo se había dado este encuentro. Nos alcanzamos a mirar a los ojos un par de veces y nos dimos cuenta que a ambas se nos habían humedecido y expresaban una emoción genuina de calidez.
Este tipo de episodios me tocan muy profundamente porque de alguna forma me ponen en contacto con lo que la otra persona y yo tenemos en común, nuestra verdadera naturaleza humana....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario